Es muy importante la higiene y el cuidado del cuerpo, tanto
por salud como por bienestar. Generalmente, en la piel de la cara usamos más
cremas, la limpiamos más y la cuidamos habitualmente pero, a lo mejor, nos
olvidamos un poco de la piel corporal.
Lo primero de todo es tener una piel limpia, ya que tiene
que respirar. El sudor y las toxinas se acumulan y si las limpiamos bien
conseguiremos una renovación celular y una suavidad extra. Utiliza un jabón
suave, para no dañar la piel y hacer que se vuelva seca y cause molestias.
Además, opta mejor por la ducha que por el baño y utiliza agua templada, nunca
demasiado caliente. Un baño relajante de vez en cuando tampoco está mal, pero
procura no estar en el agua demasiado tiempo.
Es importante también exfoliar la piel, existen muchos geles
de ducha que son exfoliantes y no son agresivos, por lo que son los idóneos
para eliminar esas pielecillas muertas. Si tienes la piel grasa deberías exfoliarte
al menos una vez a la semana, si es seca te basta con una vez cada quince días.
Con la piel exfoliada el siguiente paso es la hidratación,
las cremas se absorben mucho mejor con una piel limpia. Si tienes la piel
demasiado seca, existen muchas cremas específicas, incluso puedes usar una
loción especial en codos, rodillas o aquellas partes que notes más resecas.
¡Ten cuidado con el sol y con el frío! No te olvides de la
protección solar cuando tu piel corporal vaya a estar expuesta. Elige tu factor
adecuado para tu tipo de piel y aplícala regularmente. Con el frío lo mismo, en
invierno se seca mucho la piel y se queda tirante, así que, ¡abrígate!
Hidrátate también por dentro, bebiendo mucha agua, eso hace
que la piel se vea más suave y elástica. La comida es muy importante, elimina
los azúcares y las grasas animales y añade a tu dieta muchas carnes rojas,
verduras y frutas.
Y por último, ¡duerme! Es muy importante dormir lo
suficiente para no tener una piel con aspecto cansado y apagado.
Convierte estos pasos en un hábito y tu piel lucirá genial.
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necesario!